Curso acuarela

Lección 2: La Danza del Agua y el Color

La acuarela es un medio único donde el agua no es solo un diluyente; es un co-creador, un socio que moldea la forma en que el pigmento se comporta. Comprender esta relación es la clave para dominar la transparencia, la fluidez y la luminosidad que hacen tan especial a la acuarela.

1. La Proporción Agua-Pigmento: El Alma de la Acuarela

La cantidad de agua que usamos en relación con el pigmento determinará la intensidad del color y la transparencia de nuestro lavado.

  • Mucho agua + poco pigmento: ¡Transparencia total! Obtendrás colores muy suaves y diluidos, casi como un filtro de color. Ideal para las primeras capas, cielos o áreas de luz.
  • Igual agua + igual pigmento: ¡Equilibrio! Colores con buena intensidad, pero aún transparentes. Es la proporción más común para la mayoría de los trabajos.
  • Poco agua + mucho pigmento: ¡Intensidad máxima! El color será vibrante y opaco. Perfecto para los detalles finales, sombras profundas o acentos de color.

Ejercicio propuesto: En tu papel de acuarela, toma un solo color (por ejemplo, un azul).

  1. Primer charco: Pon una gota de pigmento en tu paleta y añade mucha agua con tu pincel. Pinta un área. Observa su transparencia.
  2. Segundo charco: Limpia un poco tu pincel. Toma la misma cantidad de pigmento, pero añade menos agua. Pinta otra área al lado de la primera. Compara la intensidad.
  3. Tercer charco: Casi sin agua, toma solo el pigmento puro y pinta un tercer área. ¡Mira la fuerza del color!

2. El «Lavado»: Tu Primera Declaración de Color

Un lavado es una capa uniforme de color. Es una de las técnicas más básicas y esenciales en acuarela.

  • Lavado plano: Una capa de color de intensidad uniforme. Se logra aplicando la pintura de forma consistente, de un extremo a otro, moviendo la hoja ligeramente si es necesario para que el color fluya.
  • Lavado degradado: Un lavado que va de un color intenso a uno más claro (o de un color a otro). Se logra añadiendo gradualmente más agua al pincel o cambiando de color a medida que avanzas.

Cómo hacer un lavado plano (¡paso a paso!):

  1. Inclina ligeramente tu papel (puedes usar un libro debajo).
  2. Carga tu pincel con la mezcla deseada de agua y pigmento.
  3. Empieza en la parte superior izquierda (si eres diestro). Haz una franja horizontal, de lado a lado.
  4. Antes de que se seque, carga de nuevo el pincel y haz otra franja debajo, dejando que la «perla» de pintura de la franja superior caiga en la nueva.
  5. Repite hasta abajo. Si queda una perla de pintura al final, quítala con un pincel limpio y casi seco.
  6. ¡Deja secar completamente!

Ejercicio propuesto: Practica ambos tipos de lavados.

  1. Haz tres lavados planos con colores diferentes. Concéntrate en la uniformidad.
  2. Haz dos lavados degradados: uno que vaya de un color oscuro a la transparencia (solo agua), y otro que vaya de un color (ej. azul) a otro (ej. amarillo).

3. La Importancia del Secado: ¡Paciencia, Artistas!

Una de las reglas de oro de la acuarela es la paciencia. Para lograr capas limpias y transparentes (veladuras), a menudo necesitamos esperar a que una capa se seque completamente antes de aplicar la siguiente.

  • Secado al aire: Lo ideal es dejar que el papel seque solo. Esto permite que el pigmento se asiente de forma natural.
  • Secado con secador de pelo: Si tienes prisa, puedes usar un secador de pelo en frío o a baja temperatura, manteniéndolo a una distancia prudencial. Esto puede acelerar el secado, pero a veces puede alterar ligeramente el pigmento.

¿Por qué es importante? Si pintamos sobre una capa húmeda, los colores se mezclarán de formas que a veces no deseamos, creando el temido «coliflor» o «floraciones» (bordes duros y manchas). Pero, ¡atención!, a veces estos efectos pueden ser usados intencionalmente, como veremos más adelante.

4. El Agua Limpia: Tu Mejor Amiga

Siempre ten dos recipientes de agua a mano: uno para enjuagar los pinceles llenos de color y otro con agua limpia para diluir la pintura o para usar en los lavados. Usar agua sucia para diluir puede enturbiar tus colores.


Desafío Semanal:

Pinta una cuadrícula simple en tu papel de acuarela. En cada cuadro, experimenta con diferentes proporciones de agua y pigmento usando el mismo color. Intenta hacer un degradado de oscuro a claro dentro de cada cuadro o un lavado plano. ¡No te preocupes por la perfección, solo por la experimentación! La meta es observar y entender cómo el agua interactúa con el pigmento.

¡Fantástico trabajo! Están empezando a sentir la magia de la acuarela. En nuestra próxima lección, nos adentraremos en el mundo de los colores y cómo mezclarlos para crear una paleta vibrante y personal.

¡Hasta la próxima, artistas! Sigan practicando y disfrutando del proceso.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *